Antes de llegar nos adentramos desde el sur del Baix Penedès hacia una orografía más complicada y agradecida para vinos de calidad, bosques, montañas hasta llegar a nuestro destino, una pequeña bodega familiar en el municipio de Bonastre. Allí conocí uno de los proyectos más interesantes de los que visite el pasado 2012, SICUS, un proyecto que rebosa ilusión y buen hacer, una bodega con las ideas claras, donde Eduard Pié, joven emprendedor con ganas de hacer su vino desde el terruño, nos mostró cómo es posible la revolución vinícola basándonos en el cultivo ecológico y prácticas tradicionales o innovadoras, porque a veces tradición y prácticas enológicas más avanzadas van de la mano.
En el extremo sur del Penedès las suaves montañas del Macizo
de Bonastre elevan junto al mar, dando protección y frescura a los viñedos de
Sicus. Con una altitud de 170 m sobre el nivel del mar y con una proximidad de
sólo 6 km de éste, gozan de una fuerte influencia mediterránea. Toda la finca
se cultiva de manera respetuosa con el medio ambiente, sin utilizar herbicidas
ni insecticidas, y así mantener la biodiversidad de la naturaleza que lo rodea.
Los suelos de la finca son calizos de muy poca profundidad y escasa materia
orgánica, todos ellos se mantienen sin curtir ni labrar. Este hecho hace que
crezcan todo tipo de hierbas esponjando el terreno y favoreciendo la vida
subterránea de gusanos y hormigas, ya la vez también reduciendo el vigor de la
planta obtenemos frutos mucho más concentrados.
En el lugar donde se encuentra la finca se puede contemplar
la vegetación salvaje que vive entre las viñas, la flora y fauna autóctonas
escenifican un claro ejemplo de lo que es un paisaje mediterráneo; márgenes de
piedra seca, palmitos, pino blanco, hinojo, romero , tomillo, etc .. Cabe decir
que es un lugar privilegiado por su cercanía al mar combinada con una altitud
que permite refrescar con brisas marinas constantes. Además entre el bosque y los
viñedos aparece una fuente natural, que brota constantemente con agua fresca y
que da vida a una gran balsa en medio de la finca.
Sicus es una manera de entender la viticultura y los vinos que salen de ésta. Una filosofía que toma conciencia de la importancia de expresar el terruño en un alimento tan dependiente e interrelacionado con la tierra como es el vino. Por esta razón toda la dedicación de esta bodega se concentra en la viña y en el resultado posterior que se extrae de ella intentando reflejar la personalidad de todo el entorno del vino.
El viticultor es el humilde director de orquesta impuesto a la naturaleza que rodea la finca. Así pues entendemos que debemos conducir la viña hacia la máxima armonía, pero sin olvidar que todas las otras especies son necesarias para que suene una melodía perfecta. Por esta razón practicamos una viticultura respetuosa con el medio ambiente, sin utilizar herbicidas ni insecticidas, favoreciendo la biodiversidad de animales, insectos y plantas. En la transformación de la uva en vino intentamos garantizar la máxima expresión del fruto, asegurando que los aromas y sabores provienen exclusivamente de la uva. Por lo que no trabajamos con botas de roble ni otros recipientes que aporten aromas no provenientes de la uva. Y en algunos casos utilizamos recipientes porosos como las ánforas de arcilla que nos permiten microxigenar el vino ya la vez respetar al máximo sus aromas. Finalmente el viticultor, como ser determinante en la elaboración del vino, debe garantizar y respetar a los demás factores que conforman el terruño.
El suelo contiene la parte subterránea de la cepa, las raíces, parte que no podemos observar a simple vista pero que no deja de tener gran importancia, ya que el suelo nutre la planta y regula su fuerza y la concentración de sus frutos. Los suelos de la finca son calizos de muy poca profundidad y escasa materia orgánica, debido también a que no se curten ni se labran. Este hecho hace que crezcan todo tipo de hierbas esponjando el terreno y favoreciendo la vida subterránea de gusanos y hormigas, ya la vez también reduciendo el vigor de la planta obtenemos frutos mucho más concentrados.
La variedad se comporta de una forma diferente según el terruño donde se encuentre. Nosotros creemos que para extraer el máximo potencial de una variedad lo mejor es trabajarla en su territorio de origen, en el que lleva muchos años adaptada. En este sentido Sicus ha optado por trabajar únicamente con las variedades autóctonas del Penedès. Seleccionando las que más se adapten a nuestra zona, como por ejemplo: Xarel.lo, Xarel.lo Rojo, Macabeo, Monastrell y Malvasia de Sitges.
El Clima actúa de forma diferente cada año, diferenciando algunos matices de la personalidad del añada y convirtiendo el vino en un resumen líquido de lo ocurrido en un pequeño microclima. Por esta razón no regamos el cultivo y dejamos que la pluviometría conforme la característica de nuestro paisaje mediterráneo
Xarel·lo Vermell, una de las grandes apuestas de Sicus, junto Xarel·lo y Monastrell |
Nada se tira, todo se transforma. |
Mayor o menor cercanía al bosque, mayor o menor fertilidad del suelo no solo se nota en la vid |
Fermentaciones espontaneas con levaduras autóctonas, sobra decirlo, en ánfora de barro en la viña. |
La Cata
Xarel·lo Vinyes Velles
Varietal, especiado, hinojo, lácteo, terroso, piel de naranja, lías
Boca carnosa, amplia, sabroso, salino, amplio, largo. orejones, albaricoque, redondo, largo...
Esta muestra posiblemente hoy ya será una realidad en el mercado
Merlot
Fruta muy madura, licoroso, mora, grosella, bodega
En boca es amplio, carnoso, cálido, vivo, balsámicos
Monastrell 2011
Fermentado y macerado en anfora.
Un vino por hacer, volumen en boca, sabroso, lacteo, vegetal, floral, terroso, especias, paso fresco.
Xarel·lo ( Vino de paja)
Aromas de tierra, miel, confitura.
En boca tostados, miel, foie, cítricos, monte mediterráneo, avellana, naranja confitada, queso azul...
Expectante estoy de visitarles de nuevo para comprobar la evolución de los diferentes vinos de la finca.
fin
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