Por poca memoria libre que me quedase en la memoria del móvil, siempre reservaría unos megas para conservar el catalogo de Cuvee3000, amplio singular y de calidad. Y allí fue donde nos dimos cita para conocer las nuevas añadas de Marañones junto a Barco de Corneta que hizo de telonero con un verdejo FB con raspón en sus propias levaduras, decantado y metido en barricas con lías sin bastonear durante ocho meses. Sólo 7000 botellas de sus 5 Ha de quinto año de arena silícea y tierras calcáreas que tienen por nombre Cantarranas.
Barco de Corneta Verdejo 2011
Amarillo brillante poco intenso.
En nariz, aníses y especiado. Y aunque con alguna ligera falta de finura, tiene un gran volumen en boca, que junto con su acidez sutil y franqueza le dan una línea muy alejada de los típicos ruedas, y con buena base de trabajo para seguir creciendo en futuras añadas. ( 7,2)
Y de Rueda nos fuimos a Madrid con Fernando García, enólogo y alma del proyecto Marañones, bodega incluida en DO Vinos de Madrid, subzona San Martin de Valdeiglesias, entre la Sierra de Gredos y la de Guadarrama.
El primer vino que catamos fue Picarana 2012 muestra de barrica, que saldrá en Junio. Albillo real, variedad autóctona y muy temprana de 60 a 80 años de cinco parcelas del Valle de San Martin, y elaborado en fudres de 700 y 1500 l y colinos. Cortan fermentación con 13/13,5 %V
Amarillo pálido algo turbio y con sedimentos.
Notas en nariz de lavanda, melocotón, orejones, flor marchita y tomillo, muy complejo ya.
Denso en la entrada en boca, graso, y de paso lento y glicérico con final ligeramente amargo y salino.
El soporte de este vino es el volumen, la acidez aunque equilibrada es algo justa.
Fernando le da una vida aproximada de 5/6 años y con tendencia a petrolear con los años. (8,3)
El siguiente vino fue Piedescalzos 2011, 9000 botellas de una sola viña de albillo con 30cm de suelo y granito por debajo.
Amarillo ligeramente dorado, brillante.
Café, fruta blanca de hueso y muy fresco..
Entrada directa y compacta, con más finura posiblemente que el vino anterior.
Muy largo, llena completamente la boca, de carácter salino y ligeramente alcohólico. Vino mineral, muy seco y con barrica que sin duda se pulirá. (8,5)
30.000 Maravedies 2012, 12000 botellas con 80% Garnacha y 20% Morenillo, variedad muy productiva y que no aporta color, en barricas de 500/700 litros.
Capa baja, y ribete rosáceo.
Lacas, caramelillos de fruta y fresitas, jara y con fondo aromático de encalado (yeso)
Restos de carbónico, ligero y sencillo en boca, aunque con nervio, sosteniendo al vino la estructura posiblemente determinada por el raspón y la su levadura autóctona. Final salino y rústico. (7,4)
Marañones 2011, de tres parcelas a 800 metros en cara Norte, garnacha 100% de suelos graníticos de 50/70 años en barricas viejas.
Cerrado, hojas de té, infusión, y aquí aparece elegancia probablemente por el tipo de suelo.
Es un vino que triangula, acidez/estructura/fruta con tanino marcado, muy granulado y rugoso, pero a pesar de ello compacto.
Potente en la entrada, estructurado y también potente en el final, muy largo con final ligeramente alcohólico. (8,3)
Labros 2011, proviene de suelos profundos de granito, sin apenas materia orgánica y garnachas de 90 años.
Capa media-baja, fruta delicada, con fondo alcohólico.
Amable, de enorme estructura, con perfil mediterráneo.
Vino gastronómico, con tanino muy compacto y que pide grasa para combatir la sensación alcohólica. Es un vino conceptual muy basado en el tipo de suelo. (8,1)
El paraje donde se ubica la Garnacha que da nombre al siguiente vino se llama Peña Caballera, en este caso un 2011. Viñedo en ladera Norte, de suelo granítico con vetas de esquistos y vino aún sin salir al mercado. De 1,5 Ha se hacen 4 elaboraciones diferentes para conformar Peña Caballera 2011
Capa media baja.
Muy fino, mineral, carácter frutal, tapenade y fruta roja, ligeramente vegetal y fondo de hojarasca. Quizás el más compacto de todos y mas borgoñon.
Vino enorme en boca, con tanino firme y compacto y que crecerá mucho en botella. (9,0)
Nos cautivaron los vinos y también la transparencia y sencillez con la que fueron explicados por Fernando.
Y hasta aquí los vinos de Madrid, momento en que apareció Joan Valencia y nos sorprendió con entradas y salidas a la bodega, que darán pie por si mismas a un nuevo artículo, aunque por si a alguien le interesa lo que llevaba en sus manos fue Nuits Saint George de Leroy 2008, La Roque 2009 y Vielles Vignes 2010 de Domaine Gauby y algún que otro Beaune Les Graves 2006.
By Santiago Fernández.
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