El pasado sábado 12 de septiembre con más ganas que sueño, y el sueño era mucho tras la charla nocturna y el bonito amanecer entre viñedos; se nos presentaba un intenso día de fiesta y amigos, "la 11ª Festa del Vi i de la Verema a l´Antiga de Poboleda".
Según marcaba el programa empezamos a caminar en procesión a eso de las siete y media hacia las afueras de Poboleda tras las dos pequeñas carretas ataviadas, al igual que muchos amigos de Poboleda, con los trajes típicos y los útiles que antiguamente se utilizaban para la vendimia, allí Salvador Burgos, coordinador de las fiestas, Teniente Alcalde y amigo bodeguero de uno de los proyectos que más interés suscitan a los Adictos a la Lujuria, nos apuntaba que estaba sorprendido por la cantidad de gentío que había en el pueblo en las vísperas.
Tras andar un buen rato y empezar a sentir en las piernas la falta de sueño y las pendientes " dels costers" tan admirados y reconocidos en todos el mundo, empezamos la vendimia, primero la gente del pueblo vestidos al modo tradicional para que los turistas provenientes de toda Europa pudieran tomar una bonita foto.
Tras las primeras fotografías los más pequeños acompañados por sus padres empezaron la recolección de una cariñena que pudimos observar que pese a los calores de agosto de momento tan solo había madurado la pulpa, la piel todavía en mucho de los granos estaba verde lo cual nos hizo presagiar, confirmado más tarde por bodegueros, que la vendimia en Poboleda estaba siendo difícil , quizás un poco de agua y unas noches más frescas?? .
Comimos uva, charlamos, fotografiamos y nos pusimos en camino hacia el pueblo para reponer fuerzas, butifarras, panceta, pan, tomate nos esperaban además de uno de los vinos más terribles de los que he probado en los últimos años, siempre me habían sorprendido gratamente, hasta la fecha, las garrafas de vino que compartían con alegría entre propios y extraños. El cafetito de rigor y a seguir disfrutando de la fiesta, pisada de uva vendimiada en la puerta de la cooperativa, los más peques disfrutaban de lo lindo pisando.
Paseamos por bonitas calles y los puestos de artesanía, saludamos a amigos bodegueros allí nuestra amiga Conxita Porta, al igual que su marido Salvador desde primeras horas de la mañana estaban haciendo lo imposible para que nada fallase en la organización de la fiesta, un pueblo volcado en una fiesta que ya va por la 11ª edición si bien son algunas más si contemplamos las que se hacían de modo itinerante por diferentes pueblos de la comarca.
Empezamos la cata a eso de las 11:00, copa en mano, este año los tiquets estaban limitados a diez a un precio de seis euros más otros seis por la copa y soporte, diez tiquets para veinticinco bodegas, más que suficiente para hacernos una idea y conocer los vinos del municipio y la comarca, siempre vinos DOQ. Priorat. Otro cambio interesante respecto a otras ediciones que hemos asistido, es la sustitución del talonario del que se hacia materialmente imposible encontrar la hoja a canjear cuando ya eran unas cuantas las copas las que habían caído entre pecho y espalada por una hoja hoja donde aparecía bodegas, tiquets y un plano de situación que facilitaba por mucho la ruta.
La cata fue todo un éxito, el nivel medio año tras año va subiendo, vinos como Pirinet + de Mas Pririnet, Coster 2006 de Burgos Porta o GV5 de Gratavinum, entre otros, nos cautivaron especialmente aunque no hemos de olvidar otros vinos interesantes de estas y otras bodegas. Salanques de Celler Mas Doix, todos sin excepción de los que presentaba Mas d´en Gil, Celler Sabaté, Pardelesses de Celler Aixalà i Alcait, Tocs de Terres de Vidalba, Brogit 2006 de Mayol Viticultors.....y así bien bien más de veinte, también alguna decepción, algún vino que desmerecía estar entre tanto bueno. También tomamos nota de la situación actual de la denominación en unos difíciles tiempos de crisis, nos contaron que por lo menos diez bodegas están en vías de desaparecer o fusionarse, de como una de los grandes proyectos del Priorat, Mas Pirinet poco a poco va saliendo adelante tras sufrir una adecuación del presupuesto de la bodega a las ventas, dicho de otro modo, reducción de costes fijos, sueldos.... Otras bodegas más modestas pero con muchas ilusiones como Celler Aixalà i Alcait han buscado calidad desde la humildad del trabajo bien hecho, poco a poco y con una política de precios acorde a lo que debe costar un buen vino van conquistando a los paladares más exigentes, Pardelesses en feria estaba en torno a los 12 euros, así podríamos estar escribiendo un buen rato las experiencias e intensas charlas con unos y otros que nos privó de poder saludar a todos los conocidos o de conocer otros nuevos proyectos.
Tras la gran cata y un mayor sueño, sueño y vino son malos aliados y más cuando la ingesta de vino es superior a lo deseado, faltaban escupideras en algún de Celler, en algunos momentos fue terrible, si bien al principio corríamos calle arriba, abajo en busca de un lugar donde escupir, al final ante esta diatriba optábamos por tragar y desistir de catar otro vino en ese puesto, siempre que calidad de los vinos lo permitiese, una lastima, no todos vamos a beber 10 vinos sino que vamos a catar muchos más, pero la fiesta es eso, una fiesta, y en una fiesta el vino no se escupe, sacrilegio!!!!!, Acabamos la cata encontrándonos los diferentes Adictos que habíamos quedado para la ocasión y que por falta de cobertura, no nos encontramos hasta la hora acordada para comer en Populetus, el hostal restaurante con más solera del pueblo si bien el menú disponible para la ocasión no estaba ni de lejos a la altura de los vinos catados y del vino que disfrutamos durante la comida gracias a Salvador y Conxita,Mas Sinén 2005, un vinazo.
Tras la comida y mojarnos un poco con una tenue agua nos despedimos de Pobodeda hasta 12ª edición de la Festa del Vi i de la Verema a l´Antiga de Poboleda, si bien algún Adicto a la Lujuria que otro seguro que nos dejamos caer por sus viñas, calles y bodegas.
* Gracias a Salvador y Conxita por vuestra amabilidad, felicitación que hacemos extensiva a todo el pueblo de Poboleda y a los bodegueros, enólogos... y al comportamiento festivo y amable de todos los allí presentes que hizo de la 11ª edición un gran día de vinos, una GRAN FIESTA.
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