El pasado martes y trece de este mismo mes de enero la casualidad quiso que las agendas de nuestro amigo Santiago y la mía propia nos permitiera adentrarnos en lo más profundo y alto del Penedès, guiados por imágenes de un modo de hacer y por una filosofía de recuperación de lo autóctono en armonía con el entorno que siempre hemos considerado una de las bazas a explotar por todas aquellas pequeñas y medianas bodegas para subsistir en tiempos de crisis y de excedentes de vinos sin valor añadido, ese valor que da la calidad, la singularidad y la personalidad.
La visita estaba programada para toda la mañana del día 13 si bien llegamos casi rozando la hora de comer, si hubiese sido una boda nos hubiésemos perdido la misa, nos adentramos rápidamente en la bodega tras dejar atrás una incipiente primavera mediterránea , en mi caso de Vilanova i la Geltrú, para adentrarnos en el crudo invierno de tierras de interior en uno de los municipios más altos del Penedès, Font Rubi, donde carreteras acaban, donde el frío aprieta; un frío que días antes llenó de nieve esos parajes, y el coche subiendo desde Vilafranca del Penedès por una carretera cada vez más estrecha, 2º C de temperatura en el exterior, martes 13 y sin cadenas, gato, gato.
La bodega de tamaño medio esta diseñada de modo funcional, depósitos de acero... otro día que visitemos Heretat de Font-Rubi y lleguemos pronto contaremos más.
El grupo ya se encontraba a punto de adentrarse en la zona de catas con una temperatura no era la más adecuada para probar todo lo bueno, diferente, curioso... que estaba por llegar, pero que narices, estabamos en la montaña y en invierno, con un frio fuera que pelaba así que la temperatura era la que era, y como siempre decimos, en las visitas que realizamos, salvo lo curioso y emocionante que resulta catar de deposito, barrica... catas que guardamos en nuestra memoria para compararlas en un futuro con lo que será definitivamente, las catas en bodega son hedonistas, catas que nos sirven para conocer más en profundidad que hay detrás de un vino, de una bodega, que pretende, que pretendía en este caso Josep Queralt, enólogo de la bodega, con cada uno de los vinos que catamos en bodega y más tarde en la comida.
Entrar a desvelar el Chardonnay y Xarelo o el Sumol y Cabernet Sauvignon de deposito lo consideramos todo un despropósito, a día de hoy, lo dejamos tan solo para nuestra libreta de notas, quien sabe si algún día llegara a ser lo que pretende Josep a día de hoy, solo desvelare que promete.
Catamos “Gantius 2005” interesante acidez, buena estructura en boca, si bien en nariz a temperaturas tan bajas y con el constipado que arrastro desde 2008, no me permitió conocer más en ese momento. Tras catar el primer monovarietal de Sumoll del mundo pasamos a conocer el vino que más levanto nuestra admiración “Advent 2006”, estructura, fruta, botrytis, complejidad, dulcedumbre elegancia.... un vino que nos enamoro a primera vista y que nos conquisto tras admirar la bonita estampa de cientos de racimos colgados en una antigua cuadra del S. XIX, pasas esperando ser prensadas al día siguiente, unos racimos listos tras la ultima selección donde los responsables de la bodega, ante la admiración de los Adictos, nos confesaban que el 70% de las uvas colgadas se han deshidratado naturalmente y el restante 30% sufren de podredumbre gris, botrytis cinerea, que lastima más rica.
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Al fin terminamos la vendimia en Mont-Rubí
Después de 4 meses de haber comenzado la vendimia de nuestro Xarel.lo, esta próxima semana empezaremos a descolgar las pasas en qué se han convertido los racimos deshidratados para elaborar las 1000 exclusivas botellas del Advent, un vino único elaborado con un proceso inédito en un antiguo pajar del siglo XIX.
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Tras admirar tan bonito espectáculo en lo que entendemos debe ser un trabajo de chinos, y que me perdonen los chinos, el colgar todos los racimos en los alambres, según fecha de vendimia, una zona padecía más botrytis que otra, la explicación fue por motivos meteorológicos, más lluvia= más botrytris.
Fundada en 1984, Heretat MontRubí está ubicada en una antigua bodega de finales del siglo XIX, enclavada entre los viñedos y bosques mediterráneos de la Finca L'Avellà (en la comarca del Alt Penedès) formada por más de 300 hectáreas con viñas propias.
La bodega ha asumido el reto de elaborar vinos que transmitan la personalidad propia de la zona geográfica. Con esta filosofía basada en la diferenciación, la autenticidad del producto y la zona, Heretat Mont-Rubí elabora vinos innovadores, basados en una variedad de la cuál sólo quedan unas 100 hectáreas en toda Catalunya y cuyo nombre es Sumoll.
El microclima con clara influencia continental, con humedad abundante, vientos suaves y contínuos, temperaturas moderadas y un terreno permeable - sin predominación de arcillas - que retiene bien el agua de lluvia, da como resultado unos vinos que expresan pureza, carácter y elegancia.
Objetivos
Conservar la pureza de la uva, potenciar el terroir y defender al máximo las variedades autóctonas (Sumoll, Garnatxa, Cariñena).
Mediante procedimientos manuales, una vinificación tradicional y cata directa a pie de cepa para acertar el momento justo de recolectar la uva. Los vinos se crían al abrigo de las barricas de roble hasta conseguir el punto óptimo, sin llegar a dominarlo, pero enriqueciéndolo y sumando sensaciones al producto final.
Cuando las tripas empezaron a sonar nos esperaba una segunda sorpresa, un oasis gastronomico y de tranquilidad justo en medio de la nada y de un todo.
Cal Ruget
Bio Hotel
Bio Hotel
Situada en el corazón del Alt Penedés, la masía se encuentra en el l∫ímite del municipio de Vilobí del Penedés y a tan sólo 9 km de Vilfranca del Penedés y poco más de 45 km de Barcelona y Tarragona.
Desde la masía, envuelta entre viñas y tierras de cultivo tan características de la zona, puedes disfrutar de unas ilimitadas vistas desde las montañas de Montserrat hasta el castillo de Sant Martí Sarroca.
La casa principal data de inicios del siglo XX con elementos arquitectónicos propios del entorno rural.
Con el paso de los años, se ha rehabilitado y cuenta actualmente con más de 550m2 construidos, distribuidos entre la casa principal y varias edificaciones anexas.
La finca tiene un jardín vallado de 10.000 m2 compuesto de viñas, zona de frutales, huerto ecológico, zona de piscina y multitud de pequeños rincones que invitan a disfrutar, descansar y "escuchar los sonidos de la vida".
www.calrugetbiohotel.com Desde la masía, envuelta entre viñas y tierras de cultivo tan características de la zona, puedes disfrutar de unas ilimitadas vistas desde las montañas de Montserrat hasta el castillo de Sant Martí Sarroca.
La casa principal data de inicios del siglo XX con elementos arquitectónicos propios del entorno rural.
Con el paso de los años, se ha rehabilitado y cuenta actualmente con más de 550m2 construidos, distribuidos entre la casa principal y varias edificaciones anexas.
La finca tiene un jardín vallado de 10.000 m2 compuesto de viñas, zona de frutales, huerto ecológico, zona de piscina y multitud de pequeños rincones que invitan a disfrutar, descansar y "escuchar los sonidos de la vida".
Tras abandonar la bodega marchamos a reponer fuerzas en una bonita e idílica casa rural en Vilovi del Penedès, una casa que nos acogió como si de la familia fuésemos, ambiente tranquilo, en un comedor amplio, elegante y acogedor, diez comensales hambrientos, con sed de vino y de conocimiento. La verdad que sobremesas como la del pasado día 13 dan para mucho, lastima que no estuvierais allí.
Sorprendió gratamente por su singularidad y peculiaridad de su copage “Durona 2002” y el atractivo comportamiento durante la comida de “Gaintus 2005”, vinos que comentaremos a través de las catas de Adictos a la Lujuria si bien será “Durona 2004”.
La sobremesa fue aderezada por una riquísima tarta acompañada por “Advent 2006” un vino que a priori considere que quizás no se prestaba a una larga conversación, copa a copa vi como estaba equivocado, y que cosa mejor se puede decir de un vino entre “ expertos” que “otra copa por favor ...”
fin
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En los próximos día y semanas conoceremos lo bueno que esconde tan singular bodega a través de las Notas de Cata de Adictos a la Lujuria:
Durona 2004
Advent 2006
Gaintus 2005
Enlaces de Interés
2 comentarios:
Sugerentes los comentarios. admiten visitas? me parece alucinante que alguien se dedique a colgar uvas.... me encantaria probarlo; donde?
Heretat de Mont Rubi se encuentra en el Alt Penedès en el municipio de Font Rubi.
Puedes mirar a través de su página la posibilidad de visitarlos o contacta privadamente con nosotros ( adictosalalujuria@gmail.com) indicándonos cuantos sois....
La experiencia es única y merece la pena aunque me temo que tendrás que esperar hasta el otoño para ver tan bello espectáculo.
Un saludo
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