Vergüenza me da publicar ahora esta visita, seis meses, siete meses más tarde comparto, me desprendo de unos recuerdos que me han ido acompañando durante todo este tiempo, unos viñedos, una visita difícil de olvidar. Finca de Mas d´en Gil es historia del Priorat, de la viniticultura moderna y de la siempre, una finca donde encontraremos entre un suelo más rojizo, más fertil, con más capa superficial de tierra distintas licorellas, diversas pequeñas parcelas, terruños dentro de una finca, identificadas, identificables con sus vinos, terruño, compromiso y sinceridad, señas de identidad de una gran bodega de una de mis pasiones vinícolas, el Priorat.
VITICULTORS Mas d'en Gil PRIORAT
Viticultors Mas d'en Gil posee una finca de 125 hectáreas en el término municipal de Bellmunt del Priorat, dentro del Priorat histórico. Situada a 300 metros sobre el nivel del mar, con sus terrazas enmarcadas entre el Montsant y la Sierra de LLabería, su orientación favorece la entrada de una brisa procedente del mar (localmente conocida como “garbinada”), que proporciona humedad y frescura en los días más calurosos del verano, permitiendo alcanzar maduraciones óptimas. Su particular microclima, con una gran amplitud térmica, junto con el carácter que imprime la “llicorella” (el singular suelo de pizarra que caracteriza y delimita la D.O. Priorat), dan al color, al aroma y al paladar de sus vinos una riqueza y personalidad únicas. Las terrazas de viña, 45 Ha., alternan con plantaciones propias de olivos y almendros, que dejan paso al bosque, dentro de la más pura esencia mediterránea.
En 1998, la familia Rovira, adquirió la finca de los Hermanos Barril, que contaba con una clásica bodega del Priorat, siendo una de las primeras en embotellar sus propios vinos desde 1981, elaborados de forma totalmente artesanal. Partiendo de las condiciones naturales inigualables que ofrece esta tierra, combinando tradición y tecnología, Viticultors Mas d’en Gil se propone llegar a obtener unos vinos con producciones muy limitadas en cuanto a cantidad, pero únicos en su complejidad aromática y originalidad.
Pero Mas d’en Gil representa mucho más que una bodega comprometida en elaborar vinos de alta calidad. Ante todo significa para su propietario, Pere Rovira Rovira, la inmensa gratificación personal de culminar una larga trayectoria en el mundo del vino con la posibilidad de hacer realidad un sueño: después de dedicar toda una vida al conocimiento del vino y de la tierra, representa la oportunidad de llevar a cabo su proyecto más personal y de poder participar en todo el proceso desde sus inicios, junto con su familia y un apasionado equipo humano, cuidando al máximo todos los detalles, desde la viña hasta la presentación del vino, dejando constancia de su devoción y su saber hacer.
Desde 1998 el trabajo acometido ha sido enorme: en primer lugar se recupera el antiguo nombre de Mas d'en Gil, como se recuperan también las viejas viñas (muchas de ellas con más de 60 años) de Garnacha y Cariñena, las variedadesmás representativas del Priorat, y se plantan poco a poco nuevas cepas; unas partiendo del material vegetal seleccionado de la propia explotación y otras incorporando variedades internacionales como el Cabernet Sauvignon y el Syrah. Al mismo tiempo se moderniza totalmente la bodega, incrementando la capacidad en depósitos de acero inoxidable e instalando nuevos equipos que permitan una elaboración con tecnología moderna a lo largo de todo el proceso.
Paralelamente se acondiciona el espacio destinado a albergar las, por ahora, 260 barricas nuevas para la crianza y envejecimiento del vino.
Se pone especial énfasis en los controles de maduración, en la recolección y vinificación por separado de las uvas, según las variedades y parcelas, en la selección manual de los racimos, en el cuidado de las fermentaciones y maceraciones y en el control exhaustivo de todos los detalles relacionados con la crianza en barricas, desde el origen de la madera hasta el diseño de los coupages. Con la experiencia acumulada año tras año, se pretende llegar a un conocimiento exhaustivo de de las peculiaridades de cada una de las 43 parcelas que componen Mas d'en Gil.
www.masdengil.comEl sol empezaba a picar mientras observábamos los trabajos de poda en verde tras unas lluvias primaverales que impedíeron entrar en los viñedos sin hacer más daño que beneficio. Cuando llegamos a la bodega Marta Rovira ya nos esperaba lista y dispuesta a enseñar una parte de la historia de su familia y de otras familias que han pasado por esta gran finca, porque Mas d´en Gil, la familia Rovira tiene gran respeto por la historia de una finca que ha visto pasar a diversos propietarios, ellos mismos son conscientes que están de paso y su trabajo se vera reflejado en nuevas generaciones de viniticultores.
La visita
En esta visita pateamos y disfrutamos de cada rincón de la finca y que mejor que ver que esconde el terruño de Mas d´en Gil que viendo las instantáneas de una jornada para no olvidar.
Olivos, viñas y una orografía a veces algo difícil hace imprescindible la utilización de maquinaria agrícola.
Piedras de rio, cuarcita, tierra rica en hierro, licorella negra y el bosque en las proximidades aportando frescor
En la zona de la mina situada a unos 380 m. viejas viñedos, garnachas con vinos muy florales donde el terruño aporta frescura.
Suelos más blancos son arcillo calcarios, una textura interesante,
En la zona del Sas, vinos frescos + licorella + garnacha, suelos más impermeables.
Los viejos viñedos son labrados una vez al año y guiados de modo biodinámico respetando el calendario lunar
La finca la podríamos dividir en norte, este femenina y sur, oeste masculina, norte garnacha, sur cariñena, norte más elegancia y frescura, sur más intensidad frutal.
Presente, futuro y pasado de Mas d´en Gil.
El pasado, Masía Barril lo conocimos en la comida, el presente lo conocemos a través de las notas de cata publicadas tanto en este pequeño reportaje de la visita como en próximas que publicaremos, y el futuro simplemente es prometedor e ilusionante, de momento descansa en botellas y barricas.
Comida maridada con los vinos de Masia Barril y Mas d´en Gil
En Falset nos esperaba un excelente maridaje, pero que mejor que las notas publicadas por nuestra amiga Silvia Franconetti en Amigas Gastronómicas el pasado 10 de junio
Local situado en una de las calles peatonales que van desde la calle principal hacia el Ayuntamiento y la Iglesia. Ambiente fresco y agradable. Es pequeño y consta de dos plantas.
La cita era con David y Santiago de Adictos a la Lujuria y Marta de Mas d'en Gil. Los dos primeros habían hecho una visita a la bodega y yo acudía a ver a David para recoger un obsequio para un sorteo que voy a realizar la noche del 11 de junio.
Escogimos un menú degustación con tres platos y un postre, incluye una copa de vino, pero Marta ha traído dos botellas de la bodega. Una es una reliquia de 1991, Priorato, Masia Barril, un vino con mucha historia y solera que a pesar de los 19 años de este jovencito, está muy vivo y resulta todo un festival sobre todo de sabores y aromas; y una botella de Coma Alta 2008 blanco, un vino interesante con Garnacha blanca (a mi la garnacha me gusta mucho).
Primer plato: Ensalada de langostinos y carpaccio de pomelo con una reducción de vinagre y salsa rosa (con un aroma suave a ajo). A pesar de que no me gusta el pomelo, lo pruebo apenas y para mi sorpresa, exalta el aroma del vino blanco, así que aunque no me lo como en su totalidad, algo más me animo. Los langostinos son grandes, sabrosos y crujientes como a mi me gustan, la ensalada es Mezclum.
Segundo plato: Coca de verduras y queso gratinado. Lo cierto es que me encantó, con una base de pasta brise y una salsa de tomate confitado, finas lonchas de cebolla, calabacín y queso gratinado por encima. Me pareció sencilla pero nutritiva y muy muy buena. Es el plato que más me encandiló, y nos comentó Esther (la dueña del local) que es uno de los estrella del local desde hace 20 años.
Tercer plato: Muslo de pularda con puré de pera y un toque de mermelada de moras. La pularda no es que me guste mucho pero estaba bien, el puré de pera estaba impresionante, suave, con un ligero toque a vainilla, era más bien como una crema fina, estaba delicioso y la mermelada de moras mezclado con todo lo anterior, en boca estaba muy rico.
Postre: Suflé de chocolate con Baileys. No era un suflé sino más bien tipo madalena de un par de días con un relleno de este licor que no me gusta, pero bueno, no me lo llegué a acabar.
La compañía muy agradable y la conversación a cerca de la primera familia que pasó por la bodega y los vinos de antaño y los vinos actuales estupenda. Creo que este tipo de comidas con bodegueros son con las que más aprendo. Habrá que repetir con la compañía y en este precioso local que conocía a través de internet.
Precio por persona: 21,40 euros
Página web: El Cairat
Recomendable: Sí, puedes encontrar una cocina tradicional catalana a buen precio y estando situado en zona de vinos, con buena bodega. Trato cercano y amable
www.amigasgastronomicas.com
www.amigasgastronomicas.com
Masía Barril Típico 1991
Masia Barril - DOQ. Priorat
Color picota, ribete evolucionado, límpido, capa media alta.
En nariz reducción noble, violetas, fruta, terciarios, mineral, ahumados, fruta madura, flores de tocador, balsámicos.
En boca se muestra carnoso, acidez viva, fina fruta roja, cacao...
Apogeo y declive de 19 años de Priorato
Pasado los minutos el vino se fue desmoronando así se oxigenaba, fueron unos minutos intenso que nos permitieron adivinar que quizás con otra vinificación más cuidada el tiempo puede ser un aliado.
Coma Alta 2008
Mas d´en Gil – DOQ. Priorat
Garnacha Blanca y Viognier
Color pajizo, reflejos oro nuevo, limpio, brillante.
Aromas de fruta blanca, melocotón, cítricos, hinojo, fresco, ahumados...
En boca es amplio, seco, fruta blanca, hinojo, pera, licorella, balsámico, ahumados postgusto largo.
En esta ocasión en el postgusto se hacia presente con una ligera sequedad en el paladar, meses más tarde nos cruzamos nuevamente con este vino referencia de blancos de calidad en la DOQ. y claramente la evolución fue muy positiva.
Terminamos la comida la visita con NUS 2007, fresca fruta madura, chocolate, fruta roja.... en dos ocasiones lo hemos catado con resultados dispares, una de ellas fue sublime.
La visita fue mucho más intensa e interesante de lo que puede reflejar este reportaje, nos permitio anotar y conocer las peculiaridades del terruño de Mas d´en Gil y espero que os sirva para animaros a visitarles y sobre todo a apreciarles a través de sus vinos, sinceramente merecen muy mucho la pena.
fin
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