La finca se encuentra por donde transcurría el Camino Real de Madrid a Valencia y Alicante. No es casual que la finca se conozca como Venta la Vega porque, de hecho, en ella se levantaba la venta de este mismo nombre y de la que hoy sólo queda el recuerdo y una infinidad de historias de viajes, viajeros y de altos en el camino. Ahí crecen los viñedos de Bodegas Almanseñas en campos moteados con antiguos aljibes, pinos y carrascas que se dan de bruces con los sembrados de este altiplano que es Almansa, el último eslabón de la Meseta hacia el litoral levantino.
Los vinos de Bodegas Almanseñas están amparados por la Denominación de Origen Almansa, situada en el sudeste de la provincia de Albacete. Se trata de una zona de tránsito entre la meseta y el Mediterráneo, por lo que comparte características de ambas áreas. El clima es el continental semiárido característico del borde de la meseta, con precipitaciones más bien escasas, una influencia mediterránea suave. Aunque, tradicionalmente, los vinos se han vendido al por mayor, los últimos años se está registrando un mayor interés por la experimentación con las que han sido las variedades tradicionales de la zona: la garnacha tintorera y la monastrell.
Bodegas Almanseñas cuenta bodega moderna y tecnológicamente a la última. Diseñada también para recibir visitas y para divulgar la cultura del vino a todo aquel que quiera escucharnos, nuestra bodega corona la finca de Venta la Vega, entre la meseta y el mar, de donde surge íntegramente nuestra cosecha.
LA HUELLA DE ADARAS
La Huella de Adaras fue el primer vino y de Bodegas Almanseñas. Basando su potencial en el peso de las variedades autóctonas de la zona, Garnacha Tintorera y Monastrell, que són las que mejor definen el terruño del lugar.
www.ventalavega.com
Los vinos de Bodegas Almanseñas están amparados por la Denominación de Origen Almansa, situada en el sudeste de la provincia de Albacete. Se trata de una zona de tránsito entre la meseta y el Mediterráneo, por lo que comparte características de ambas áreas. El clima es el continental semiárido característico del borde de la meseta, con precipitaciones más bien escasas, una influencia mediterránea suave. Aunque, tradicionalmente, los vinos se han vendido al por mayor, los últimos años se está registrando un mayor interés por la experimentación con las que han sido las variedades tradicionales de la zona: la garnacha tintorera y la monastrell.
Bodegas Almanseñas cuenta bodega moderna y tecnológicamente a la última. Diseñada también para recibir visitas y para divulgar la cultura del vino a todo aquel que quiera escucharnos, nuestra bodega corona la finca de Venta la Vega, entre la meseta y el mar, de donde surge íntegramente nuestra cosecha.
LA HUELLA DE ADARAS
La Huella de Adaras fue el primer vino y de Bodegas Almanseñas. Basando su potencial en el peso de las variedades autóctonas de la zona, Garnacha Tintorera y Monastrell, que són las que mejor definen el terruño del lugar.
www.ventalavega.com
Composición Varietal
Garnacha Tintorera 60%, Monastrell 30% y Syrah 10% con una edad media de 30 años.
Tipo de Suelo
12% arcilla, 31% limo y 57 % arena
Clima
Continental con influencia mediterránea.
Altitud
850-950 metros sobre el nivel del mar.
Grado alcohólico 13,5º
Producción 100.000 botellas
Elaboración
Levaduras indígenas solamente, de 25 a 30 días de maceración.
Crianza
Crianza en acero y barricas con sus lías durante casi un año, y se ha embotellado con un filtrado suave.
Nota de Cata
Color cereza violáceo, capa alta, lagrimas coloreantes, límpido.
En nariz es balsámico, frutas negras, sotobosque, grafito, cafe.
En boca es carnoso, tanino medio, fruta negras, notas verdes, postgusto largo, fruta madura, cálido.
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