VIÑA CUBILLO 2002
Hay vinos que nos cuestan sacar de la saca y Viña Cubillo ha sido uno de ellos. Se acaba cogiendo cariño a esos vinos que paseas por España o por el mundo, me sorprendo con la manía de comprar vino en bodega que luego encuentras en el super de al lado de casa y encima el del súper "probablemente" haya llegado al estante de la sección de vinos y licores en perfectas condiciones mientras tu has estado luchando medio verano contra el calor buscando siempre la sombra o descargando botellas y botellas cada vez que llagas a un hotel,que atraso.
Pero después de todo mereció la pena, de aquel viaje trajimos esas rarezas que tanto emocionan, Tondonia Rosado, Blanco, Gravonia.... y el protagonista de hoy, Viña Cubillo 2002, un clásico riojano que si bien no emociona a primeras va conquistando poco a poco en la mesa, donde los vinos juegan su verdadero papel, el de engrandecer los platos.
Pero después de todo mereció la pena, de aquel viaje trajimos esas rarezas que tanto emocionan, Tondonia Rosado, Blanco, Gravonia.... y el protagonista de hoy, Viña Cubillo 2002, un clásico riojano que si bien no emociona a primeras va conquistando poco a poco en la mesa, donde los vinos juegan su verdadero papel, el de engrandecer los platos.
En la mítica ciudad de Haro, capital de La Rioja Alta, tal vez donde mejor se produce la extraordinaria suma de coincidencias entre la bondad del clima y severidad de la tierra, se encuentran las Bodegas López de Heredia, las más antiguas de Haro y una de las tres primeras de La Rioja.
Allá por el año 1877, y fruto de las inquietudes creadas a mediados de siglo por la llegada de los negociantes vinateros franceses (venidos a La Rioja para solucionar los problemas causados por la filoxera en sus viñedos), fue cuando Don Rafael López de Heredia y Landeta, profundo conocedor y buen alumno de estos profesionales, decide seguir sus pasos y comienza a planificar y construir lo que hoy es la bodega.
Tan sabia y meticulosamente, que esta especie de catedral del vino, al igual que las auténticas, se encuentra todavía inacabada y quizás proviene de ese espíritu aún latente del fundador la sensación que se respira, al pisar sus naves, de haber viajado retrocediendo en el tiempo.
Entre 1913 y 1914, Don Rafael López de Heredia y Landeta, a la par que iba cimentando sus instalaciones industriales, llevó a cabo la plantación "Viña Tondonia", dando origen al producto más conocido de la bodega. Viña Tondonia es un hermoso viñedo de más de 100 hectáreas, situado a la margen derecha del río Ebro, donde se cultivan las viníferas más típicamente riojanas. López de Heredia posee además otros tres viñedos, enclavados igualmente en la zona alta de la Rioja, denominados "Viña Cubillo", "Viña Bosconia" y "Viña Zaconia".
Los viñedos ocupan una extensión total de 170 hectáreas, con una producción media anual de unos 800.000 kilos de uva, que se destinan a la elaboración de los vinos de la más alta calidad. La estratégica situación de los mismos, la calidad excepcional de las plantaciones, así como de las variedades empleadas, tienen su complemento imprescindible en una magnífica bodega, cuyo proceso de creación fue similar a la plantación de los viñedos, lentamente, con el máximo cariño.
Hoy en día, estas instalaciones constituyen un modelo. Bodegas R. López de Heredia Viña Tondonia se asientan sobre una superficie total de 53.076 metros cuadrados, de los que 19.718 se hallan edificados, correspondiendo 3.433 metros cuadrados a la bodega subterránea, con calados de hasta 200 metros de largo, a una profundidad de más de 10 metros, perforados en el corazón de un colosal bloque de piedra arenisca, a cuyos lados se prolongan hileras interminables de barricas (cerca de 15.000 barricas bordelesas se guardan en sus entrañas). El cuidado de los viñedos, la escrupulosa selección de la uva, la crianza en bordelesas de roble, en el seno de sus profundas galerías subterráneas y el posterior envejecimiento en botellas, dan lugar a estos vinos dotados de la gran delicadeza de matices que componen su excepcional "bouquet".
Durante largo tiempo, los vinos de López de Heredia recibieron distintos nombres, según el estilo de su elaboración, marcas que se redujeron a las hoy vigentes y famosas en los cinco continentes, presididas por el "Viña Tondonia", como tenía previsto el fundador en sus primeros sueños.
Mención especial requieren los blancos, ya que si hay una casa con experiencia en vinos blancos viejos esa es López de Heredia. Esta casa no ha tenido ningún prejuicio para envejecer el vino en roble tanto tiempo como los tintos. El resultado es mucho más sorprendente de lo que cabría suponer. Cuando este tipo de vino permanece mucho tiempo en madera, es lógico que los sabores y olores a roble sean más pronunciados e incluso desequilibrados. Quizá después de la crianza no sea el mejor momento para probarlo. Sin embargo, cuando el envejecimiento en botella ha sabido pulir las aristas de la madera y crear nuevos y seductores aromas a especias, a almendra amarga, a vainilla y nuez, eso que se llama "bouquet".En la elaboración de todos estos vinos no se introdujo nunca un grano de uva ajeno a la región de Rioja, rechazando en todo momento los limitados márgenes de permisividad que en su día toleró el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rioja. En reconocimiento de esta circunstancia, R. López de Heredia Viña Tondonia fue galardonada con un diploma de garantía por dicho Consejo, siendo la única bodega que ha recibido semejante distinción, por lo que se ostenta con orgullo, como contraetiqueta de todas sus botellas.
www.lopezdeheredia.com
Tan sabia y meticulosamente, que esta especie de catedral del vino, al igual que las auténticas, se encuentra todavía inacabada y quizás proviene de ese espíritu aún latente del fundador la sensación que se respira, al pisar sus naves, de haber viajado retrocediendo en el tiempo.
Entre 1913 y 1914, Don Rafael López de Heredia y Landeta, a la par que iba cimentando sus instalaciones industriales, llevó a cabo la plantación "Viña Tondonia", dando origen al producto más conocido de la bodega. Viña Tondonia es un hermoso viñedo de más de 100 hectáreas, situado a la margen derecha del río Ebro, donde se cultivan las viníferas más típicamente riojanas. López de Heredia posee además otros tres viñedos, enclavados igualmente en la zona alta de la Rioja, denominados "Viña Cubillo", "Viña Bosconia" y "Viña Zaconia".
Los viñedos ocupan una extensión total de 170 hectáreas, con una producción media anual de unos 800.000 kilos de uva, que se destinan a la elaboración de los vinos de la más alta calidad. La estratégica situación de los mismos, la calidad excepcional de las plantaciones, así como de las variedades empleadas, tienen su complemento imprescindible en una magnífica bodega, cuyo proceso de creación fue similar a la plantación de los viñedos, lentamente, con el máximo cariño.
Hoy en día, estas instalaciones constituyen un modelo. Bodegas R. López de Heredia Viña Tondonia se asientan sobre una superficie total de 53.076 metros cuadrados, de los que 19.718 se hallan edificados, correspondiendo 3.433 metros cuadrados a la bodega subterránea, con calados de hasta 200 metros de largo, a una profundidad de más de 10 metros, perforados en el corazón de un colosal bloque de piedra arenisca, a cuyos lados se prolongan hileras interminables de barricas (cerca de 15.000 barricas bordelesas se guardan en sus entrañas). El cuidado de los viñedos, la escrupulosa selección de la uva, la crianza en bordelesas de roble, en el seno de sus profundas galerías subterráneas y el posterior envejecimiento en botellas, dan lugar a estos vinos dotados de la gran delicadeza de matices que componen su excepcional "bouquet".
Durante largo tiempo, los vinos de López de Heredia recibieron distintos nombres, según el estilo de su elaboración, marcas que se redujeron a las hoy vigentes y famosas en los cinco continentes, presididas por el "Viña Tondonia", como tenía previsto el fundador en sus primeros sueños.
Mención especial requieren los blancos, ya que si hay una casa con experiencia en vinos blancos viejos esa es López de Heredia. Esta casa no ha tenido ningún prejuicio para envejecer el vino en roble tanto tiempo como los tintos. El resultado es mucho más sorprendente de lo que cabría suponer. Cuando este tipo de vino permanece mucho tiempo en madera, es lógico que los sabores y olores a roble sean más pronunciados e incluso desequilibrados. Quizá después de la crianza no sea el mejor momento para probarlo. Sin embargo, cuando el envejecimiento en botella ha sabido pulir las aristas de la madera y crear nuevos y seductores aromas a especias, a almendra amarga, a vainilla y nuez, eso que se llama "bouquet".En la elaboración de todos estos vinos no se introdujo nunca un grano de uva ajeno a la región de Rioja, rechazando en todo momento los limitados márgenes de permisividad que en su día toleró el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rioja. En reconocimiento de esta circunstancia, R. López de Heredia Viña Tondonia fue galardonada con un diploma de garantía por dicho Consejo, siendo la única bodega que ha recibido semejante distinción, por lo que se ostenta con orgullo, como contraetiqueta de todas sus botellas.
www.lopezdeheredia.com
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Composición Varietal
Tempranillo (65%), Garnacho (25%), Mazuelo y Graciano, el resto, todas de nuestros propios viñedos.
Características de la añada
Año calificado como Bueno por el Consejo regulador de Rioja. Hubo una helada el amanecer del día 5 de abril que, con tan sólo una temperatura mínima nocturna de 0,5 grados bajo cero causó daños importantes en Viña Tondonia y, especialmente, en nuestra finca Viña Cubillo, donde hubo una merma de producción de aproximadamente el 50%. Hubo otra el día 16 del mismo mes, con 0,5 grados bajo cero que hizo poco daño a la vista pero cuyo efecto se notó en el mes de junio. Todo el viñedo de floración temprana, todos los Tempranillos, sufrieron los días de frío y los aguaceros de la primera semana del mes de junio y, por ello, se observaron irregularidades en el cuajado lo que mermó la cantidad a menos de la mitad de una Cosecha normal, dando lugar a la segunda cosecha más corta de los últimos diez años. En total cosechamos 479.792 kilogramos de uva para vinificación, lo que supuso una reducción del 46%. En relación con la calidad, comenzamos la Cosecha el día 3 de octubre con la uva blanca y el día 7 con la tinta, dando por finalizada la recolección el día 26 del mismo mes. La climatología hasta el momento de la vendimia fue irregular y con cierta falta de luz madurando la uva apropiadamente debido a su escasez. La calidad fue buena con medias de 13% de graduación alcohólica para la uva blanca y de 12,8% para la tinta, teniendo ambas un alto nivel de sanidad. Al día de hoy los vinos de esta cosecha evolucionan muy favorablemente, esperando de esta añada magníficos vinos, tanto blancos como tintos.
Crianza
Crianza en barrica: 3 años, sometido a 2 trasiegas por año. Clarificado con claras de huevo. Botella: Resto, embotellado sin filtrar, en botella bordelesa de 75 cl. y 37,5 cl.
Graduación Alcohólica 12,5 % Vol.
Acidez Total 6 Gr/l.
Cantidad elaborada 30.000 botellas
Nota de Cata
Capa media color picota evolucionado, brillante, con sedimentos.
Aromas intensos, fruta roja, manzana, fruta macerada en alcohol, , fondo tostado, tabaco, caramelo, bodega, sotobosque, especias, pimienta..
En boca es sabroso, amable, discreto,amplio, buena acidez, fruta roja, postgusto largo, fruta, chocolate, regaliz, bodega, especias.
Sencillo , equilibrado y tradicional, mucho y bueno con discreción pero al final te conquista,.
Características de la añada
Año calificado como Bueno por el Consejo regulador de Rioja. Hubo una helada el amanecer del día 5 de abril que, con tan sólo una temperatura mínima nocturna de 0,5 grados bajo cero causó daños importantes en Viña Tondonia y, especialmente, en nuestra finca Viña Cubillo, donde hubo una merma de producción de aproximadamente el 50%. Hubo otra el día 16 del mismo mes, con 0,5 grados bajo cero que hizo poco daño a la vista pero cuyo efecto se notó en el mes de junio. Todo el viñedo de floración temprana, todos los Tempranillos, sufrieron los días de frío y los aguaceros de la primera semana del mes de junio y, por ello, se observaron irregularidades en el cuajado lo que mermó la cantidad a menos de la mitad de una Cosecha normal, dando lugar a la segunda cosecha más corta de los últimos diez años. En total cosechamos 479.792 kilogramos de uva para vinificación, lo que supuso una reducción del 46%. En relación con la calidad, comenzamos la Cosecha el día 3 de octubre con la uva blanca y el día 7 con la tinta, dando por finalizada la recolección el día 26 del mismo mes. La climatología hasta el momento de la vendimia fue irregular y con cierta falta de luz madurando la uva apropiadamente debido a su escasez. La calidad fue buena con medias de 13% de graduación alcohólica para la uva blanca y de 12,8% para la tinta, teniendo ambas un alto nivel de sanidad. Al día de hoy los vinos de esta cosecha evolucionan muy favorablemente, esperando de esta añada magníficos vinos, tanto blancos como tintos.
Crianza
Crianza en barrica: 3 años, sometido a 2 trasiegas por año. Clarificado con claras de huevo. Botella: Resto, embotellado sin filtrar, en botella bordelesa de 75 cl. y 37,5 cl.
Graduación Alcohólica 12,5 % Vol.
Acidez Total 6 Gr/l.
Cantidad elaborada 30.000 botellas
Nota de Cata
Capa media color picota evolucionado, brillante, con sedimentos.
Aromas intensos, fruta roja, manzana, fruta macerada en alcohol, , fondo tostado, tabaco, caramelo, bodega, sotobosque, especias, pimienta..
En boca es sabroso, amable, discreto,amplio, buena acidez, fruta roja, postgusto largo, fruta, chocolate, regaliz, bodega, especias.
Sencillo , equilibrado y tradicional, mucho y bueno con discreción pero al final te conquista,.
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